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lunes, septiembre 01, 2008

Día 19: Fresno- Yosemite National Park-Escalon (California)

Después de pasar la noche en Fresno, partimos hacia el Parque Nacional de Yosemite, que queda a nada menos que 80 millas. Por si fuera poco, a medio camino nos encontramos con una máquina que está pintando las líneas de la carretera y nos hace ir un buen rato prácticamente parados.
Cuando por fin llegamos al Parque (25 $ por vehículo, válido para 7 días), el primer sitio al que nos dirigimos es al Glaciar Point. Aunque es un ratillo de coche merece la pena porque desde allí se puede contemplar unas vistas increíbles del Half Dome (una curiosa y enorme roca que parece que está cortada por la mitad), de las cataratas de Yosemite (lástima que en nuestra visita estén secas), y alguna otra catarata.


Inmersos entre tanta naturaleza nos sale el lado montañero y decidimos que ya va siendo hora de aparcar el coche (perdón, EL CAÑONERO) y andar un poco, así que retrocedemos un trecho y tomamos un camino que nos lleva a Sentinel Dome, desde donde podemos contemplar mientras comemos otra de las “piedras” famosas del Parque. Me refiero al llamado “Capitán”, una mole que, por lo que cuentan, es una especie de Meca entre los escaladores (si veis la foto sabréis por qué).


Después de meditar un rato si lo escalamos o no, al final decidimos dejarlo para otro día, que ya es un poco tarde, hoy hace mucho calor y esos excesos no pueden ser buenos. Así que en vez de escalar el Capitán, lo que hacemos es acercarnos hasta la Bridalveil Fall. Os parecerá que vamos a lo fácil, pero de eso nada, que para llegar a la cascada hay que jugarse el tipo (casi tanto como para subir al Capitán), y si no os lo creéis, mirad la siguiente foto.


E incluso nos dimos un bañito.


Total, que solo conseguimos salir del estado de criogenización en que nos han dejado las aguas de la cascada de marras cuando ya se está poniendo el sol, justo a tiempo para contemplar uno de los anocheceres más bonitos de todo el viaje, y por si pensáis que exagero, vedlo vosotros mismos…



En resumen, que si vais a viajar por la zona y estáis pensando si pasaros por Yosemite o no, no lo dudéis. No creo que os arrepintáis, aunque os recomiendo no escoger agosto, porque el hecho de verlo sin apenas agua en sus numerosas cascadas le resta bastante de su encanto.

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